lunes, 21 de septiembre de 2015

¿Te acuerdas cuándo...?


- "¡Nena! ¿Qué quieres para comer?"
- "¡Macarrones Tita! ¡Macarrones!"
- "Vale, te haré tuberías, otra vez."


Y ella ponía a cocer el agua con lo que llamaba "tuberías", esa pasta que con su choricín asturiano y su ajito volvía locas a sus nietas.

Ella siempre cuidaba de que todo el mundo comiera bien y se encontrase bien. Siempre tenía un caramelo o un poco de azúcar para endulzarte la vida. Siempre con el carmín en el bolso, pues no existe persona más presumida. Siempre con colonia cerca y con sus tacones.




La primera en levantarse con RNE de fondo y la pulidora funcionando a tope, dejando el suelo que si llevabas calcetines aquello era una pista de patinaje. A las 7 de la mañana (los días que dormía un poquito más) ya estaba en pie, con todo abierto menos la habitación de sus nenas para que pudieran dormir.

Cuando abrías el ojo tenías un chocolate recién hecho, calentito y pan frito con azúcar, un placer destinado sólo a sus nietas. ¿Para comer? Lo que pidiéramos, incluso si queríamos frixuelos o arroz con leche, siempre a la carta. Todo con un sabor y un olor que recordaré toda mi vida.

Todo con ella era fácil, me enseñó a coser, a planchar, a cocinar, labores del hogar se llaman y ella las bordaba. Convivir con tus abuelos te hace ver (ahora que soy mayor) lo mucho que hacían por mi y por mi hermana.

Recuerdo que por las noches dormía en una camita supletoria a su lado y ella me daba siempre la mano porque yo tenía miedo de la oscuridad, esa mano que ella no soltaba hasta que yo no me dormía y que ahora tampoco quiero que me la suelte. Y qué decir de cuándo dormía en su cama, ese privilegio reservado a sus nenas. Yo con una pierna siempre encima de ella para saber que estaba a mi lado y que no se iría, con eso sólo ya dormía feliz.




Son todo recuerdos, recuerdos que nunca olvidaré pero que a ella se le van evaporando como si del agua de esas tuberías se tratase.

Ella, mi abuela es presa de una terrible enfermedad que la está arrebatando todos esos recuerdos que viven tan dentro de mi y de los que la queremos.

Diagnosticada hace ya seis años mi abuela sufre Alzheimer, hoy en el "Día Mundial del Alzheimer" quería volver a dar vida al blog con un pequeño homenaje a su persona.
 
Ya no recuerda cómo se hacían las tuberías...
Ya no sabe la receta de los frixuelos...
Su cuerpo ya no soporta llevar tacones...
Y los "quehaceres" diarios no los puede realizar como antes; enhebrar una aguja ya no es tarea fácil y dar una puntada es como cruzar un cable sin red.
Pero ella sigue recordando quien es su familia, quienes son sus nietas, su hija y su yerno.

Yo intento devolverla todo lo que hizo por mi cuando era pequeña, porque ella me cuidó y ahora cuido yo de ella. Aunque a veces discutamos y me vuelva loca por su genio (que ese lo ha tenido siempre) yo SIEMPRE recordaré quién fue, quién es y quién será para mi.

Y aunque ella por esta terrible enfermedad que la quita todo su ser lentamente no se acuerde, yo siempre la diré; "¿Te acuerdas cuando...?"

Porque lo mejor es recordar juntas y reírnos juntas. Porque la mejor medicina para esta enfermedad es el amor y los cuidados.

Te quiero Tita.




Bienvenidos de nuevo limalimoneros, y como nota decir a los gobernantes de mierda que tenemos en este país de pandereta que dejen de recortar en investigación médica. Sin más me despido hasta el miércoles y lo de siempre que ya sabéis es que...

Todo tiene que ser un poquito LimaLimón.

4 comentarios:

  1. No hay mayores heroínas que las que cuidais, en silencio, de los recuerdos de una perdona, de una vida, de una esencia.

    Eres una campeona y eso ella nunca lo va a olvidar, aunque no lo pueda expresar!

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    1. Si es que.... No se puede ser más bonita!!! Gracias Sis!!

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  2. No hay mayores heroínas que las que cuidais, en silencio, de los recuerdos de una perdona, de una vida, de una esencia.

    Eres una campeona y eso ella nunca lo va a olvidar, aunque no lo pueda expresar!

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  3. Precioso artículo! Muy sentido, muy personal

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